El Tote en su último disco dice "si has nacido en España, eres español y punto". Eso es una verdad como un templo, pero de ahí a que salga a celebrarlo hoy hay un trecho bastante grande. Mis motivos tengo para no hacerlo, y de hecho me sobran.
Por otro lado, y centrándonos en el motivo de la fiesta de hoy, es llamativo como teóricamente celebramos el día de la Hispanidad el mismo que Colón "descubrió" América. Basamos la identidad del pueblo español en el que fuera el primer paso del imperio que llegaría años después. Que sí, que está muy feo eso de esclavizar a más de medio continente y más basar una celebración nacional en ello. Pero lo cierto es que criticar la crueldad de la conquista del nuevo mundo me suena tan casposo como criticar a Benjamin Franklin por esclavista o a Aristóteles por misógino (con esto no quiero decir que deba faltar el pensamiento crítico respecto a distintas figuras y épocas históricas, cuidado).
El tema es, y he aquí lo importante: Colón se llevó por delante a unos cuantos nativos americanos, el imperio español fue responsable -como todos los imperios- de un genocidio y de un comercio internacional de esclavos. Todo guay. Lo que verdaderamente me chirría es que basemos nuestra fiesta nacional en esos hechos, no que tuvieran lugar. Si tu banderita de "dos gotas de sangre y un rayo de sol" quiere evocar hoy al sr. Cristóbal Colón cargándose amerindios, pues perfecto. Igual que a un tal Felipe viviendo en Moncloa al que le pago los desayunos, o a un toro al que han dejado como un colador muriendo en una plaza.
Lo respeto, y esto lo digo de verdad. Respeto que un país sea tan retrógrado y tan rancio, porque me ha tocado nacer en él me guste o no. Pero eso no quita que me asquee. Por desgracia, también es mi bandera, qué le voy a hacer.
