Por qué será.
Mi Cuento salió en mayo. La mayoría de los que me leéis por aquí conocéis el trabajo.
Desde que lo lancé lo he mandado a la mayoría de las discográficas habidas y por haber, desde las más grandes, como Sony, Universal o Boa, hasta las más "discretas" dentro del ámbito del rap, como Grimey, GamberrosPro, Nunca Piso Freno, y un largo etcétera. Ni falta hace decir que por supuesto, han pasado olímpicamente del trabajo.
No lo hice por el dinero, ni por poner el culo en busca de un contrato. Lo hice para buscar una OPORTUNIDAD. No para ser famoso, ni para vivir de esto, ni para ser el nuevo Bustamante. Lo hice para intentar que llegara a más gente. Porque CREO en Mi Cuento, CREO que es un buen trabajo, y CREO que merece la pena compartirlo. Y me es imposible hacerlo por mi cuenta, más allá de los cuatro fieles de siempre (me salváis, tenedlo clarísimo).
Por el mismo motivo escribí a cerca de 80 medios de rap y música en general, desde Mondosonoro a La Cuarta parte. Un programa de radio de Rivas fue el ÚNICO medio que cubrió la noticia de la salida del disco. Uno sólo. De casi 100. Porque no compensa. Porque esa oportunidad que busco, esa mínima cobertura, no interesa darla en un mundillo donde todos hacen música, y donde sólo importa la pasta que generes. La Industria, en mayúsculas. La de Ylenia, la de los Burlaos. Esa Industria. Es difícil y no culpo a nadie, es lo que hay.
Por qué será entonces, que cuando presenté Mi Cuento al concurso de Leganés ConRitmo, me cogieron entre casi 100 bandas para la final. Por qué será que cuando lo presenté al Certamen de Jóvenes Creadores de la Com de Madrid, volvieron a seleccionar mi propuesta. Y por qué será que hoy he recibido la noticia de que, de nuevo, me han seleccionado para el concurso de bandas FESTEEN, organizado por Matadero y Red Bull. Porque uno puede ser suerte. O dos. Pero van 3 de 3.
Por qué será que estoy emocionado como un crío por la noticia. Por qué será que no puedo evitar sonrojarme cuando alguien me pide un disco, o al ver que colegas se aprenden las canciones. Y por qué será que las oportunidades que me niegan por un lado, me llegan en cuanto mi trabajo tiene voz. En cuanto lo que cuenta es el arte, no lo que generes, ni la gente que muevas.
Mierda, ahora mismo tengo la inmensa alegría de sentir que, efectivamente, no me equivocaba al CREER en mi trabajo. En creer que mi trabajo era Buena Música, en creer que, de una forma u otra, merecía la pena compartirlo, en que podía disfrutarse. Sin perfecto ni mucho menos, tiene algo que hace que TRANSMITA COSAS.
No mido mi trabajo en función de los concursos que gane. Ni por la gente que meta en una sala (el otro día, 30 escasos), nada de eso. Sólo quería contaros que, en la búsqueda permanente de una oportunidad, estas cosas te dan aire. Reconocimiento. ¿Merecido? Yo qué sé. Pero ahí está.
Por qué será.
