1.- El Viajero y el Bosque (Neodiseo
por Carlos Lapeña) (prod. aiSHO)
Tenía
claro que cada una de las dos partes del disco tenía que empezar con un poema
recitado a cappella. Resulta que yo suelo coger hojas en sucio para estudiar y
hacer mis resúmenes: fotocopias, borradores, todo eso. Un día estaba haciendo
un resumen y no sé por qué me dio por darle la vuelta a la hoja. Me encontré un
poema escrito por mi padre, Carlos Lapeña Morón. Se llamaba Neodiseo. Ya el título me llamó la
atención por razones obvias. Lo leí y flipé. Parecía hecho a la medida de la
concepción que le quería dar a Renacimiento. Además, qué mejor manera de abrir
el disco que con mi padre recitando un poema suyo.
Mi padre grabando en Estudio PDE, mientras esperábamos a que la Joy se callara. |
Irónicamente, la grabación
del mismo fue de lo último que hicimos. Fue una tarde en Estudio PDE en la que
a los cabronazos de la Joy Eslava (situada en la misma manzana que el estudio)
les dio por hacer pruebas de sonido, a las seis de la tarde, con dos narices.
El problema era que, al ser una grabación a cappella, el retumbar de los graves
se colaba en el micro. Después de hacer a mi padre venir desde Parla, estuvimos
pendientes para ponernos a grabar en los huecos entre prueba y prueba de la Joy.
Sorprendentemente conseguimos grabar tres o cuatro tomas sin ruido de fondo,
deprisa y corriendo y rezando porque a los de Joy no les diera por pulsar el
play de repente. La verdad es que la experiencia fue cojonuda.
En
cuanto a la canción como tal, recuerdo perfectamente el día que descubrí la
instrumental de aiSHO. A pesar de que yo estaba estudiando como un desgraciado
para la selectividad (que como bien dice la canción, la tenía en tres días),
eché un vistazo por sus catálogos y me di de bruces con ella. Según escuché la
base en cuestión me puse a escribir la primera estrofa. Sabía que podía hacer
algo distinto, podía ser el inicio perfecto para el disco, algo diferente. Se
me ocurrió que fuera un Bosque el que hablara, el que diera la bienvenida a un
Viajero, el protagonista de esta historia: yo mismo o el propio oyente. En la
última estrofa de la canción es el propio viajero quien toma la palabra, de
forma que se pasara de una segunda persona (ya de por sí poco habitual en el
rap) en las dos primeras estrofas a una primera persona en la última parrafada.
Líricamente, aquella instrumental fue magia pura. La letra la empecé a
principios de Junio de 2014, pero no la acabé hasta mediados de Agosto.
Recuerdo estar escribiendo la última estrofa en el metro de Londres.
2.- Mi cuento (prod. Baghira)
Otra
canción que escribí a partir del pedazo de instrumental del Sr. Baghira. Fue el
estribillo lo que me maravilló, y recuerdo que me salió de golpe, sin tener
pensado nada sobre el resto de la canción. En cuanto escribí esos versos supe
que tenía que ser la bandera del disco. Lo curioso de todo esto fue que esa
base llegó a mis manos y escribí ese estribillo en abril (más o menos) de 2013.
Yo acababa de re grabar mi primer trabajo, publicado con el libro Panorama y Rendija, y en el momento en
el que me salió el estribillo tuve claro cómo iba a enfocar el trabajo entero. Llevo
dos años soñando con la melodía de ese estribillo. Es la síntesis de todo el
disco, diría yo. Por lo demás, como himno de Renacimiento, quería hacer una letra con referencias mitológicas
constantes, dado que la cultura clásica es lo que más predomina en el arte
renacentista. Es un culto a la Antigüedad clásica. También hago mucho énfasis
en la canción (y en Renacimiento en
general) en el paso del tiempo: “Rebobina que la vida se avecina”. Pero
sobretodo en la concepción del tiempo como ciclo. Es una idea que me obsesiona
desde que la sacara a la luz en Vida(s)
y en Ciclo Vital: la vida son etapas
que se cierran y se abren continuamente. En realidad es otra idea predominante
en la Antigüedad, el fénix que renace en círculos de sus cenizas. No es nada
novedoso, pero es algo que quería que quedara reflejado en el disco. Ahí está.
3.- Bella (Edén) (prod. Caps)
Esta
canción parte de una idea que me inspiró una muy buena amiga mía (love u,
Susan): escribas lo que escribas, digas lo que digas, si lo haces en italiano,
SIEMPRE va a sonar bonito. Fue el germen del disco. Una letra que habla sobre la
belleza en todas sus formas, tanto de la no reconocida como de la idealizada.
Es Renacimiento en estado puro, y
juraría que la escribí a principios de 2013 o incluso a finales de 2012, ya no
me acuerdo. Lo que sí sé es que esta canción me ha acompañado en todo mi corto camino
musical, desde Vida(s) hasta aquí.
Fue la primera canción que se grabó de la maqueta. ¿Dónde podemos encontrar la
belleza? La respuesta es simple: allá donde la busquemos.
4.- El barco de Bastian (prod. Rob
Vendetta)
Otro
amor a primera vista: la instrumental de Rob Vendetta. La vi a través de su
soundcloud en el verano de 2013, y no sé en qué momento me dio por escribirle
para ver si me la podía permitir. Bendita cercanía de Rober, me invitó a su
estudio para enseñarme material con una confianza que me dejó pasmado. Yo tenía
16 años y acababa de conocer al tío que estaba detrás de dos de los discos que
más han marcado mi adolescencia: Nadir
de Zenit y Estaba Escrito de Rayden.
Justo en esa época yo estaba desquiciado con esta maqueta, había escrito 20
canciones y todas me parecían paja. Decidí tomarme una pausa y escribir Seis
Cuerdas, de tal forma que el proyecto de Mi cuento quedó en stand by, y con él mi contacto con
Rober. Un año después, en el verano de 2014, volví a contactar con Rob. Fui a una
presentación de su disco nuevo (Seguir
Soñando, recomendadísimo, no doubt) y retomamos el contacto. Yo ya había
escuchado la instrumental hasta la saciedad, y en diciembre de 2014 me decidí a
comprársela. El tema salió solo.
La
letra la resumiría en una palabra: homenaje. Homenaje a toda obra que ha
influenciado mi vida, desde Poética
de Chaman y Black Jackets (fue ese disco el que me impulsó a escribir Seis Cuerdas) a Michael Ende y La Historia Interminable (de ahí lo de
Bastian). Es un homenaje a Elphomega, a Tote King, a mi padre y a su Bob Dylan,
a Frank Miller, a todos los autores que me hablan de otros autores y que hacen
que mi barco no se hunda. Como curiosidad, la primera frase de la segunda
estrofa (“soy fan de Walter White y Peter Parker”) es un homenaje a la primera
frase de la segunda estrofa de Papiroflexia,
himno de Tote King: “Soy fan de Brian Buru y William Wallace”; jugando con las
iniciales repetidas de los nombres. El primer verso de la canción, “No soy
rapero, soy un cantante con flow”, es una traducción literal del primer verso
de la canción Take it back de Ed
Sheeran. También el inicio de la tercera estrofa sigue la misma estructura que
el inicio de la segunda estrofa de la canción Viaje Astral de Elphomega. Homenaje a Marvel, a mi abuela leyéndome
cómics de pequeño, a todas las historias que han formado la mía. Algún día haré
un post con todo lo que cuento en esta canción, da para una tesis doctoral.
5.- Metamorfosis (Amor mutable)
(colabora Mármara Soul) (prod. Khaibeat)
Quería
hacer una canción que jugara con eso: con el concepto de metamorfosis. Como
hicieron en su día Kafka y Ovidio. La base de Khaibeat (por dios, hay que ser
animal para hacer esa bestialidad de instrumental) venía que ni pintada. Para
el estribillo decidí contar con Marta Caballero aka Voz de Ángel aka Mármara
Soul. Una crack, ya colaboró en Seis
Cuerdas. Es de mis favoritas del disco.
6.- Puntos cardinales (con Dani
Acosta a la guitarra)
Quería
meter algo instrumental en el disco, lo tenía clarísimo. Pero no tenía claro
qué ni con quién. El caso es que yo conocía de mi antiguo instituto a Dani,
jugamos en el mismo equipo de fútbol. Siempre habíamos tenido pendiente quedar,
guitarras en mano, para ver qué podía salir de allí. Un día lo hicimos. Fue tan
sencillo como decirle “enséñame qué puedes sacar”. Un sacó esa salvajada. Yo
tardé medio segundo en hacerme el esquema mental de la canción. A la semana ya
tenía pensado cómo podía exprimir esa melodía: quería meter un poema que fuera
más recitado, y luego fluir sobre el ritmo más cañero, para culminar la canción
con un estribillo “cantado” (ojalá supiera cantar). Es como si la canción
estuviera dividida en tres partes. El ritmo de Dani fue pura magia. De hecho a
partir de este método de trabajo (Dani con trabajo esclavo tocando hasta que le
dolieran los dedos, yo pasándomelo como un crío rapeando encima) hicimos un
concierto acústico y varias versiones acústicas de canciones del disco. Haremos
más cosas juntos, seguro. Personalmente flipo con el acabado sonoro que Edu
(SKL69) le consiguió dar a la canción. Es una delicia, y la grabación, dentro
de lo difícil que fue, salió bien gracias a la capacidad de Dani para adaptarse
y a la de Edu para enfocar la canción y darle la estructura sonora. Ese día me
lo pasé de maravilla grabando.
7.- Perdido (prod. C´MON!)
Debería
poneros en precedentes el hecho de que esta canción esté producida por C´MON! Y
es que este tío convierte en bomba atómica todo lo que produce, es así de
simple. Desde Blue Label de
Zeropositivo a Xtravaganzza de Rayden
y Medi. Pues resulta que en octubre de 2014 yo creía tener cerrado (y digo
creía porque anda que no me quedaban vueltas por darle) todo el apartado
musical del disco. Pero el señor C´mon publicó un mail de contacto y dije,
joder, lo mismo puedo trabajar con esta bestia. Y efectivamente, la primera en
la frente. El beat de esta canción me puso los pelos de punta al segundo, y me
dije que tenía que entrar en el disco. Así fue. La primera estrofa parte de una
canción con el mismo nombre que canté con Carlos Escobero a la guitarra en un
concierto que hicimos en Noviembre de 2013 (de hecho ese concierto está subido
en mi canal de Youtube). Sirvió de punto de partida. La segunda estrofa quería
que fuera menos cerrada que la primera, menos sujeta a la métrica y a los
cuartetos, con una estructura más libre. Más poética. Esa segunda parrafada es
de las que más orgulloso estoy del disco, la verdad. Creo que, líricamente, es
de lo mejor de la maqueta. El microcuento que cierra la parte de Renacimiento fue lo último que grabé del
disco. En un principio iba a ser un extracto del cómic de Sandman, la obra maestra de Neil Gaiman, pero finalmente me incliné
por este microcuento. Lo escribí en un autobús volviendo de Londres, con los
cuadros de la National Gallery en la cabeza. Y de ahí a la eternidad, como
dicen.
8.- Arquitectura (Interludio) (prod.
Sone)
En
este caso fue al revés, la concepción de la letra fue anterior a hallar la
instrumental. Quería jugar con la idea de la arquitectura, hacer un juego con
los elementos arquitectónicos y las palabras, las ideas, las imágenes y las
asociaciones que hacemos con ellos. Cuando el disco todavía estaba en proceso
de “incubación”, esta idea ya rondaba mi cabeza. Posteriormente la amplié: hice
que fuera el interludio del disco, el puente entre Renacimiento y Barroco, como
si el disco fuera una catedral inmensa, una estructura arquitectónica que
abarcara todas las artes, todas las imágenes, y todas las historias de las que
hablo a lo largo de las 15 canciones. Sone le da un aire exótico con la
producción que como dicen Freshmakers, “suena del copón!!”.
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